Ser delegado de campo conlleva una gran responsabilidad.
Eres, aparte del árbitro, la persona que debe estar al control de todo.
Que todo vaya en orden, siempre estar pendiente del árbitro por si te necesita o por si hubiera alguna situación de alguna pelea o algún aficionado que causara molestias a los linieres o al árbitro.
Básicamente, que funcione todo en orden, como debe de ir.
Recibir al equipo contrario, entregar las invitaciones, acompañarles a su vestuario. Esperar a recibir a los árbitros y una vez entregadas las fichas, preparar las hojas para las alineaciones y entregárselas a Carlos Burillo.